Decadencia y muerte del imperio bibliotecario

Con el título "Decadencia y muerte del imperio bibliotecario" "The Decline and Fall of the Library Empire", Steve Coffman, pionero de los servicios de referencia virtual y vice presidente de Library Systems & Services LLC (LSSI), ha escrito un artículo que todo bibliotecario debería leer y del que me gustaría hacer una reseña y añadirle mis propias reflexiones.
Yo hubiera preferido titular el post "los distintos roles que la biblioteca debe jugar", pero no se puede negar que el título que le ha dado es de lo más sugestivo. 
El artículo en resumen viene a decir que los bibliotecarios nos hemos pasado los últimos 30 años soñando con tener un papel central en la revolución digital que está transformando todo lo que nos rodea, y que algunos de esos sueños no llegaron ni a despegar. 
Entre los proyectos a los que les hemos dedicado ganas y horas, pero que no hemos logrado, Coffman enumera los siguientes: 

  • Los directorios web. Hubo un tiempo no muy lejano en el que teníamos planes de catalogar toda la web, incluso existía un proyecto colaborativo de catalogación de recursos online llamado CORC, mediante el cual bibliotecarios distribuidos por todo el mundo, certificarían la bondad de los recursos web y se les asignarían los números de la clasificación de Dewey. 
Realmente si nos paramos a pensar cuantos sitios web existen, las cifras serían desorbitadas, teniendo en cuenta que al dia se crean una media de 150.000 nuevas URLs., ¿cuantos sitios web nos tocarían por bibliotecario y día?. 


Esto me recuerda las guias por materias o la selección de recursos de información por áreas temáticas, tareas a las que los bibliotecarios nos hemos entregado afanosamente en los últimos quince años, usando tecnologías a nuestra alcance, pero que hoy dia es difícil de acometer si no se realiza en colaboración con los docentes o expertos en el tema. Y sobre todo dedicándole mucha atención y tiempo. La selección de recursos web por materias y su actualización, es una tarea ingente, que exige mucha dedicación y sobre todo la guía y colaboración de un experto. En caso contrario no resultan útiles y por lo tanto no se usan. ¿Evaluamos el uso de estas guías por materias, en las que seleccionamos recursos web?
  • La Biblioteca 2.0. Según Coffman, y aún reconociendo que quizás sea demasiado pronto para escribir esto, la Biblioteca 2.0 pretende conseguir que los usuarios interactuen con la biblioteca a través de aplicaciones web, comentando y evaluando los recursos del catálogo, a través de las entradas en los muros de Facebook o de Twitter. Sugiere que esto no se está produciendo y que al contrario, conversamos a través de estos medios sociales con nosotros mismos ya que nuestros usuarios están muy ocupados participando en Amazon, LibraryThing, y otros sitios en los que comparten sus anotaciones sobre los libros que leen. En su explicación, toma como ejemplo un libro muy comentado en LibraryThing o Amazon, pero que tan solo ha obtenido un comentario en la Cleveland Public Library, que sirve a una población de 2 millones de personas. El problema no es que a la gente no les guste estas tecnologías, que les gustan, sino que las bibliotecas son instituciones locales que atienden a comunidades reducidas, en las que un pequeño porcentaje de gente acaba interactuándo en el sitio web, por lo que falta la masa crítica que cree una robusta participación e interacción online. Sin embargo, Amazon, tiene como clientes países e incluso el mundo entero. Para él, la Biblioteca 2.0 no ha conseguido sus objetivos. 
De entrada, Coffman reconoce que los usuarios utilizan estos medios sociales para hablar de libros, para compartir e interactuar, y estamos de acuerdo con él, en que los resultados que se esperaban no se han alcanzado. Sin embargo disiento del motivo que da. No creo que la razón sea el tamaño de la población a la que se sirve ni que a mayor población servida, mayor participación. Por esa regla de tres, tan solo las empresas de ámbito nacional o internacional tendrían éxito en la web social. En este caso, la Biblioteca Nacional debería salvarse, ¿no? Es verdad que existe la regla de la participación, la famosa ley del 1/9/90, y eso es lo que debemos esperar de nuestros usuarios, pero siempre que nuestros contenidos enganchen. Existen servicios muy locales como son los bares que atraen a su clientela en el twitter cuando les avanzan las tapas o el menu del dia. El problema no es que sean locales, el problema es que no les estamos ofreciendo a través de estos medios lo que realmente les pueda interesar. Y no es problema únicamente de las bibliotecas, es problema de entender qué quieren nuestros usuarios, qué son los medios sociales y para qué pueden servir, y depende tambien de la cultura de la organización. Definir un plan de marketing en los medios sociales con todos sus pasos, es una tarea pendiente de las empresas, de los negocios, de las instituciones, las organizaciones y tambien de las bibliotecas. 

Como siempre nos pasa a los bibliotecarios, nos lanzamos a lo último que sale al mercado con el ánimo de ofrecer mejores servicios, más adecuados a las necesidades de nuestros usuarios. Pero a mi entender cometemos dos fallos: 

  1. Nos ponemos a probar cada herramienta, cada aplicación, para ver qué utilidad podríamos obtener con ella para nuestros fines, y eso nos lleva a perder mucho tiempo y energia, y sobre todo, a llegar tarde, 
  2. y no conocemos a nuestros usuarios, no sabemos realmente qué es lo que pueden necesitar de la biblioteca, ante tanta oferta de información a su alrededor.
  • Referencia virtual. Es curioso que siendo Coffman, pionero en el movimiento de Referencia Virtual en las bibliotecas, cite este servicio como una de las equivocaciones de las bibliotecas. Para ello se basa en los números, en que no son servicios masivos como tampoco lo es la referencia tradicional, la presencial. Muchas empresas ofrecen respuestas a preguntas de referencia, y continuamente le estamos preguntando a Google, por lo tanto son servicios que las bibliotecas están cerrando por el poco uso que tienen. 
Hace un año participé en unas jornadas con un seminario sobre la referencia virtual, y pude constatar la oferta de este tipo de servicios en las empresas comerciales.  Considero que los servicios a través de la web no sustituyen en principio los servicios tradicionales, no al menos mientras sigan siendo útiles estos últimos. Los teléfonos en las bibliotecas siguen estando aunque no se usen de forma masiva, ya que constituyen una via más de acceso a la información, de conexión con la biblioteca, de acercamiento al usuario. Lo mismo ocurre con estos servicios virtuales de referencia, son un canal más de comunicación. El problema del poco uso es la falta de visibilidad de estos servicios, la falta de promoción. Los usuarios no los conocen y sobre todo, no saben qué respuestas pueden obtener de un bibliotecario. En la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, hace ya tres años que se puso en funcionamiento el sistema de chat con el programa LibraryH3lp. Aunque se usa, la difusión de este servicio ha sido muy escasa, si se le preguntara a la comunidad universitaria de Sevilla si lo conoce, nos llevaríamos una gran sorpresa. 

  • La intermediación en las búsquedas. Efectivamente, los que llevamos ya un tiempo en esta profesión, recordamos las búsquedas con lenguajes endemoniados, y muy costosas, que tan solo bibliotecarios iniciados podían llevar a cabo en bases de datos especializadas (Dialog). Esa época pasó y hoy la tecnología convierte en innecesaria la intermediacion del bibliotecario. Para Coffman, "lo que convirtió al bibliotecario en experto cualificado de referencia es que un dia fuimos los únicos que podíamos acceder a conjuntos de datos y grandes colecciones de información desde un solo punto, ya fueran libros o bases de datos, y teníamos la formación y las habilidades para localizarla. Pero ya no somos los únicos. La agregación de información en la web excede ampliamente las colecciones impresas o electrónicas de las bibliotecas". Ahora no son necesarias habilidades para encontrar información, ahora lo que importa es el conocimiento de la materia, el área de conocimiento. La Biblioteca como centro de investigación con bibliotecarios especializados que guardan su secreto, llegó y se fue. No es cierto que la gente nos necesite para encontrar información de calidad, porque, dice Coffman, están muy ocupados probando las nuevas tecnologías. 
En este punto si estoy bastante de acuerdo. Si quieres información de referencia,  te creas alertas en los recursos electrónicos, sigues en twitter a un profesional de prestigio, o te añades a su grupo en su cuenta de Mendeley. Pero creo tambien que los bibliotecarios podemos jugar un papel importante en el uso de estas tecnologías, si nos espabilamos y dejamos de pensar que ese tema no nos compete. 

  • Salas de ordenadores. Los dias en que las bibliotecas van a seguir ofreciendo ordenadores de acceso a Internet están contados, ya que la mayoría de los ciudadanos cuentan con dispositivos de acceso a Internet, móviles o fijos, según dicen los informes. En un mundo donde la ubicuidad gana terreno, es difícil encontrar el papel de la biblioteca. 
Completamente de acuerdo en cuanto a no seguir ofreciendo ordenadores para acceder a la información e Internet. 



  • Los eBooks.
  • Muy extensamente, Coffman ilustra y argumenta las razones por las que el negocio de los eBooks no beneficia a las bibliotecas y contribuyen a su desaparición. El uso de los ebooks va en aumento, y está cambiando la forma en la que los libros se producen, venden y leen. El uso de estos libros aumenta en las bibliotecas pero los editores no quieren que las bibliotecas sean parte del negocio de los eBooks, como tampoco quieren que lo sea ninguna iniciativa que pase por el préstamo de los eBooks, como el recientemente lanzado New Kindle Library Lending Program de Amazon. Simon & Schuster, MacMillan, Hachette, y Penguin no van a permitir que sus libros sean prestados por Amazon. Las bibliotecas no son las únicas que prestan y además abundan las ofertas de eBooks a bajos precios y sistemas de suscripción. ¿Qué papel puede jugar la biblioteca en un mercado donde debe negociar las licencias de uso de las colecciones con los proveedores, donde no tiene la propiedad del libro y además en situación de desventaja? Los usuarios pueden encontrar libros de forma gratuita sobre temas minoritarios, o antiguos, sin tener que ir a buscarlos a las bibliotecas, porque Google ya los ha digitalizado, y ofrece 3 millones de libros gratis. Amazon y Barnes & Noble pretenden ofrecer un millón cada uno, más de lo que ofrecen para vender y de lo que puede tener una biblioteca de tipo medio. 


La Biblioteca debe preguntarse y pronto, en qué va a trabajar, ya que según Coffman, determinadas organizaciones están realizando un trabajo mejor que el que los bibliotecarios pueden hacer, para satisfacer las necesidades de información de sus usuarios de forma online. El problema es que las bibliotecas y los bibliotecarios, según Coffman, tienen poco que hacer para remediar esta situación. 
Muchos usuarios e incluso bibliotecarios, prefieren las descripciones de los libros en los catálogos comerciales, que en los catálogos de las bibliotecas. Nuestros usuarios participan y comparten sus gustos literarios en espacios de la web como LibraryThing, Amazon y otras comunidades de la web social. 
Para concluir, Coffman afirma que nuestras aspiraciones han excedido nuestras habilidades, hemos jugado un papel muy importante en la revolución digital, que ha transformado la industria de la información y la edición, en las pasadas décadas. Las bibliotecas han preservado y catalogado colecciones de libros que Google ha escaneado masivamente. Algunas bibliotecas, y esto es una noticia que acabo de leer, como las de Harvard, acaban de poner en abierto 12 millones de registros bibliográficos. 
El sueño de la biblioteca electrónica se hizo realidad pero son otros sus propietarios y los que la gestionan. 
Aún así, quedan muchas incógnitas como qué pasará con el acceso en movimiento, el impacto del móvil en los servicios bibliotecarios, qué pasará con las páginas webs frente a las apps (Aplicaciones móviles)....
Coffman termina con un dilema que suscribo: Quizás deberíamos olvidarnos de la biblioteca electrónica y volver los ojos a la biblioteca física y los libros físicos, o mejor, quizás, tengamos nuevos roles que jugar en el mundo digital o viejos roles pero jugados de forma diferente, en nuevas e innovadoras direcciones. 


          






Comentarios

Encarna ha dicho que…
Sin duda da mucho que pensar.

Estudié Biblioteconomía y Documentación y luego la licenciatura de Documentación en la Complutense. Según han pasado los años y las experiencias profesionales, me he dado cuenta de que para empezar la formación del bibliotecario debe cambiar, tuve muchas asignaturas relacionadas con las nuevas tecnologías, pero no las suficientes ni en el grado de profundidad que deberían de haberse dado. Considero que el futuro de un bibliotecario/profesional de la información debe tener el 50% de lo que se enseña en una carrera de informática. Si queremos ser unos profesionales de la información, tenemos que saber gestionarla desde 0 y no dejar que cualquiera otra disciplina nos pise siempre.

En el caso de la Universidad de Sevilla, el año pasado estuve de becaria en una biblioteca de departamento, cuyo sistema de préstamo no está aún automatizado, sus fondos poco controlados y sus servicios son deficitarios porque recaen en becarios sin formación bibliotecaria la mayoría y que cambian cada año. Y sin embargo, la BUS es una bibliotecaria universitaria que quiere innovar, como con el servicio de atención a través del chat, con un OPAC 2.0 o con el modelo EFQM, etc.

Por lo que veo aquí un claro ejemplo para darle la razón a usted Nieves y a Coffman, y pensar en que "Quizás deberíamos olvidarnos de la biblioteca electrónica y volver los ojos a la biblioteca física y los libros físicos". Más vale pájaro en mano que ciento volando.

Quizás es cierto que el futuro es negro sí o sí, ya lo veremos…
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Encarna por tu comentario. Creo que tienes toda la razón cuando hablas de los contenidos que aprenden los futuros profesionales, en la formación "formal", porque en la "informal" es donde aprendemos lo que realmente necesitamos. Mira las charlas de SocialBiblio
El caso de los Departamentos de la Universidad de Sevilla es un caso especial de la Facultad de Geografía e Historia y de Filología, cuyos fondos están en parte en los Departamentos porque aún no se ha acometido la remodelación de los espacios de la Biblioteca. Con el tema de la Biblioteca del Prado se habría solucionado, ya que liberaba espacio para la Biblioteca de Humanidades, pero ahora toca esperar un poco más. No obstante ese problema se solucionará en uno o dos años.
A lo que no creo que lleguemos es a quedarnos reducidos a la biblioteca física. Fíjate que según estudios recientes lo único que realmente resulta rentable de las bibliotecas universitarias es el uso de los recursos-e (Simon, J., Simon, C., & Arias, A. (2011). Changes in productivity of Spanish university libraries. Omega, 39(5), 578-588. Elsevier).
Creo que ahora lo más importante es que reflexionemos cual puede ser nuestro papel en la estrategia digital. Pero que reflexionemos con datos.
Amalia ha dicho que…
Nieves, articulo muy interesante y con el que estoy bastante de acuerdo. Disiento, pero, de vuestra opinión sobre que los ordenadores de uso público ya no son necesarios en las bibliotecas.
Trabajo en una biblioteca pública de la provincia de Barcelona y, si bien es cierto, que cada vez más los usuarios de las bibliotecas disponen de su propio ordenador portátil o de otros dispositivos móbiles, se siguen utilizando, y mucho, los ordenadores públicos.
La causa de ello, supongo que es la crisis económica. Muchos de nuestros usuarios necesitan recortar o eliminar algunos de sus gastos y han de dar de baja sus contratos de adsl. Para resolver sus necesidades de información i/o comunicación recurren entonces a las bibliotecas públicas, ya sea para utilizar los ordenadores públicos con acceso a internet como para hacer uso de las herramientas de ofimática. También valoran y hacen un uso altísimo del acceso gratuito a nuestra conexión wifi. Gracias a este servicio, si disponen de su propio dispositivo móbil, pueden ahorrarse la cuota del adsl o cable.
Unknown ha dicho que…
¿Y ahora que hago yo con el comentario sobre lo mismo que iba a publicar mañana?;-)
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Amalia por comentar. En el artículo tambien hace referencia a eso que comentas y vemos diariamente en las bibliotecas. Con la crisis los usuarios vienen más a usar los ordenadores e Internet. Pero eso no cambia la idea que subyace en el artículo: funcionó durante un tiempo, y ese tiempo durará algo más con la crisis, pero estamos abocados a tener cada uno nuestro propio dispositivo de conexión a Internet, de la misma forma que esos usuarios que vienen a la biblioteca y acceden a la wifi, tienen sus dispositivos móviles.
Con lo que yo estoy de acuerdo es que los ordenadores y el acceso a Internet, que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado (convencer, formar, seguridad, etc.), no va a ser tarea de la biblioteca por mucho más tiempo, debido a la generalización y abaratamiento de los dispositivos de acceso.
El tiempo lo dirá ;)
Gracias de nuevo por tu comentario !!
Nievesglez ha dicho que…
Jesús, seguro que eres capaz de sacarle punta a todo esto ;)
Sin duda alguna este artículo es una provocación... Los bibliotecarios estan acostumbrados a profecias que no se cumplen o que se tuercen... Lo que sí es cierto es que hay que saber "gestionar las incertidumbres" y estar muy atento a lo que ocurre fuera y dentro de la biblioteca y a lo que quieren nuestros usuarios más locales... para bibliotecario universal ya está google. ¿no?
Un saludo desde la Axarquía
Fernando Gabriel Gutiérrez ha dicho que…
Nieves:

muy interesantes tus comentarios y las participaciones en el blog.

Para comenzar Me uno a lo que dijo Amalia. Por lo menos en América Latina donde la brecha digital, y económica sigue siendo grande, la PC en la biblioteca es importante, pero creo que la nota se refiere al ámbito universitario.

Por eso puedo dar testimonio desde la biblioteca universitaria que trabajo. El uso de ordenadores de la biblioteca por parte de los usuarios sigue siendo alto, y te digo en aumento a pesar de no estar en crisis como les pasa a ustedes en España. Sin embargo, se ve una elevada presencia de usuarios con dispositivos móviles. En el caso de nuestro país, el gobierno distribuyó netbook a alumnos de secundaria que ya llegaron a la universidad con esos dispositivos. Y el escenario universitario, además de la biblioteca, está cambiando. Los dispositivos móviles se adueñan del paisaje, pero todavía, repito las PC de escritorio de la biblioteca tienen mucho público.

Ante este panorama no veo a la biblioteca preocupada por ofrecer servicios y/o adaptar servicios web para a estos tipo de dispositivo. La biblioteca física sigue siendo el Rey, de todas maneras las estadísticas de préstamos siguen en baja, no en forma drástica, pero disminuye al fin.

Aunque en Argentina el precio de los libros sigue siendo alto, por lo menos los relacionados con las ciencias duras, mi hipótesis es que los profesores distribuyen cada vez más contenido en línea a los alumnos. La biblioteca cada vez más en un rol acotado. Lo que sí veo es que la biblioteca se ha convertido en un lugar para estudiar. Un espacio donde guarecerse y de paso te podés llevar los libros.

Si todo lo que ofrecieron y siguen ofreciendo las bibliotecas en forma de servicios en USA y Steve Coffman describe que han fracasado de alguna manera que nos queda para nosotros en el "fondo" del continente. Igual hago una mirada más optimista: la imagen de las bibliotecas ante los escenarios digitales siguen buscándole la vuelta a estos tiempos, quizás ese es el desafío apostar a servicios dinámicos y una biblioteca volcada al estudio de los usuarios en forma permanente, y no totalmente bibliocéntrica anclada en paradigmas de hace dos siglos atrás. Una biblioteca cambiante y en permanente rediseño de acuerdo a la época que la traspase. Pero todavía no exista, y está por crearse, (¿y si ya está creada y no podemos hacer una lectura de su gestación?). En estos tiempos turbios no podemos ver lo que vendrá sino a través de pistas y brumas en un entorno informacional más dominado por Google.

Todavía vemos bibliotecas universitarias en los cuales el gran Rey es el eterno servicio de catálogo en línea, y todo lo demás...

Me pregunto y a la vez me ilusiono inocentemente con sentir que la biblioteca y los bibliotecarios tendremos alguna vez un papel central en la revolución digital. Por lo menos Coffman nos muestra que por ahí parece que no. ¿Cuál es el camino entonces?. Coffman no parece el indicado que nos diga por dónde. Creo que depende de nosotros empezar a rediseñarnos y revinventarnos.

Saludos Nieves!!!

PD: Jesús esperamos tu post, bien a tu estilo :-).
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Fernando, por tu comentario y la información sobre como les va en vuestro pais. Jesus ya escribió, y como siempre, cortando cabezas;), que es una buena forma de hacer reflexionar a esta profesión nuestra.
Creo que nuestra "salvación" viene de la mano de lo "relevante" que podamos ser para la comunidad a la que servimos. Creo que esa es la clave, la relevancia.
Si les somos útiles, habremos encontrado un camino a seguir, pero ojo, se trata de un camino que no sirve "para siempre", hay que estar continuamente detectando en qué podemos ser útiles, a quien y como.
Saludos Fernando!!
Anónimo ha dicho que…
En primer lugar quisiera agradecerte el haber creado un espacio de debate tan interesante como este.
En segundo lugar estoy de acuerdo contigo en muchas cosas de las que dices aunque en realidad no soy un experto en el tema de bibliotecas porque he tenido otra formación, estoy empezando a estudiar y actualmente trabajo de colaborador en la biblioteca de una institución española en Marruecos.
Uno de las cosas en las que estoy totalmente de acuerdo contigo es que nos lanzamos de cabeza a cualquier novedad que aparece en el mundo de la informática, y al hacerlo gastamos mucha energía, mucho tiempo y mucho esfuerzo sin resultado alguno. Un ejemplo muy claro de esto es que se ha intentado fomentar el uso del código QR entre los usuarios de la biblioteca, considero que es un error por varios motivos. El primero es que no hemos logrado que los usuarios conozcan los recursos electrónicos que les ofrece la biblioteca y les saquen partido (bases de datos, enciclopedias, el RefWorks…), en segundo lugar es que en Marruecos teléfonos con tecnología para poder escanear un código QR no es que haya precisamente muchos, así que veo que no tiene sentido gastar esfuerzos en esto.
En último lugar quiero mencionar el lamentable estado de hibernación en el que están las bibliotecas de mi país. Si el Estado no empieza ya a modernizar las bibliotecas, no sé a donde iremos a parar.
Nievesglez ha dicho que…
Gracias por tu comentario. No solo en Marruecos hay bibliotecas que hibernan, es un mal de muchos... Pero yo creo que algo podemos hacer, siempre, no todo va a depender de los demás!!.
Por ejemplo hablas de Refworks, y sin embargo muchas bibliotecas universitarias americanas están dejando de suscribirse a Refworks para usar otros gestores bibliográficos más baratos o incluso gratis. Es un debate que están teniendo en la lista ili-l@ala.org.
Hay alternativas a este gestor como por ejemplo Mendeley o Zotero. Y son gratuitos. Si los bibliotecarios no nos ponemos las pilas y estamos alertas a todo lo que sale que pueda ser de aplicación a nuestra biblioteca, nadie lo va a hacer por nosotros. Creo que podemos hacer mucho, hacen falta ganas.
Muchas gracias por tu comentario.
enedina ramos ha dicho que…
ES MUY INTERESANTE EL TEMA QUE HOY NOS EXPONE PERO NADA SE PIERDE EN INTENTARLO, Y SI FELICITO A LOS QUE PENSARON EN EL PROYECTO, ES TITANICO PERO NO IMPOSIBLE ANIMO, ALGUN DIA SE RELIZARÀ ATTE ENEDINA
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Enedina, por tu comentario y los ánimos
Luisa Santiago ha dicho que…
Gracias Nieves por el resumen de Steve Coffman y por poner en castellano su contenido abreviado. Posiblemente no hubiera leído jamás ese artículo y posiblemente no estaría comentando esta entrada de tu blog profesional. Es interesante lo que se medita respecto a nuestra profesión de bibliotecarios y al papel que tienen, o tendrán las bibliotecas en este mundo. Creo que no es la única profesión afectada por desarrollos rápidos, ni siquiera que sea sólo asunto de profesiones (perdón por el adverbio acentuado). El caso es que efectivamnete cambian los modos de trabajar y cambian las herramientas de trabajo. Creo que no cambia el sentido del trabajo de bibliotecario: facilitar información de calidad a los usuarios, adecuados a sus necesidades y niveles educativos. Ya sea en la universidad o en las bibliotecas públicas (ya veremos lo que duran) el trabajo siempre es depurar y acertar con lo que le sirve al usuario, intentando superar sus expectativas.
Y ahí está el meollo que creo se reduce a usar las "herramientas sociales" para aumentar el número de usuarios y amortizar las inversiones (ya veremos lo que duran) y utilizar las "herramientas profesionales", sean estas de código libre o propietario (según las ciscunstancias): SIGB, aplicaciones para repositorios, gestores de enlaces o discovery's para recuperar y filtrar la información. Según los tiempos del mundo y de la institución.
Por mi experiencia en automatización de bibliotecas no creo que haga falta ser informático, ni siquiera muy listo, o atrevido, o digitalmente formado. Hace falta sentido común, paciencia y disposición. Y claro que hay un trabajo en bibliotecas meramente informático. Como lo hay detrás de una empresa de caramelos o textiles. Y el trabajo meramente informático es de los servicios informáticos. Detrás de cada aplicación hay alguien que la configura y personaliza que puede ser bibliotecario pero hay alguien que mantine un servidor (aunque sea en la China), que actualiza los sistemas, que los desarrolla, que hace backup e instala servipacks. Es una opinión. Poco sintética, la verdad. La próxima me resumo a mi misma.
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Luisa, y qué alegria verte por aquí!!
Tienes toda la razón al decir que los problemas de cambio nos afectan a todas las profesiones (en la línea de "quien se ha levado mi queso"), pongamos por caso los periodistas. Hay que tener la suficiente flexibilidad profesionalmente hablando (porque la física va a menos;)), para que ante un nuevo cambio podamos adaptarnos con rapidez. Donde yo veo el problema de nuestra profesión es en el pavor que nos producen los cambios, no a todos, pero si a muchos, acomodados en lo que sabemos hacer y negando la evidencia antes que dejar de hacer lo que controlamos.
Aunque creo que tienes razón en el planteamiento, creo que "facilitar información de calidad a los usuarios, adecuados a sus necesidades y niveles educativos", ya no es igual ahora que hace 15 años.
Las necesidades de la gente son distintas, consumen información de distinta manera a como lo hacían las generaciones anteriores, los niveles de calidad que exigen son tambien diferentes ante tanta infoxicación, están acostumbrados a conseguir la información rápidamente y las instituciones sagradas como las bibliotecas, ahora ya lo son menos, bastante menos.
Esto solo lo salva generaciones de bibliotecarios flexibles, dispuestos a cambiar sus hábitos de trabajo, para salir de las bibliotecas, conversar con sus usuarios, aliarse con los docentes e informáticos, o cualesquiera, poniendo en valor lo que saben hacer y demostrando mediante evidencias que la biblioteca es rentable para la institución de la que depende (echando números!!).
Sobre lo que dices de los informáticos, ten en cuenta que es una actividad que cada vez se externaliza más, es decir, las tareas informáticas son necesarias pero no lo es tener servicios informáticos en la casa.
Yo tambien llevé durante muchos años el SIGB de mi biblioteca y desde luego para mi es uno de los trabajos más absorventes que se pueden tener y de los que dan mayores satisfacciones cuando se tiene sentido común, paciencia y disposición como tienes tu.
Me ha encantado verte por aquí, Luisa, y espero que sigas haciéndolo.
Maribel Domínguez ha dicho que…
Te felicito por conseguir con tus post informarnos, hacernos reflexionar e incluso provocar, como en esta ocasión con el texto de Coffman. Quisiera aportar otro comentario y así contribuir al debate que se ha iniciado siguiendo los apartados que expones:

• Respecto a los directorios web, cuando te recuerdan las guías por materias y te preguntas si evaluamos su uso, estoy contigo en que es algo que se debería realizar, aunque sigo pensando que estas pueden seguir siendo útiles sobre todo si se realizan con la participación del profesorado y son conocidas tanto por los profesores como por los alumnos, incluso si se utilizan de forma adecuada y adaptada a los distintos niveles formativos o incluso como parece que están haciendo algunas universidades en USA creando guías temáticas por asignatura (pero ¿cuántas bibliotecas universitarias españolas pueden abarcar semejante tarea?).
En definitiva, lo importante tanto en este tema como en otros muchos que nos ocupamos los bibliotecarios, es como dice Luisa Santiago “facilitar información de calidad a los usuarios, adecuados a sus necesidades y niveles educativos.”

• Sobre la Biblioteca 2.0, estoy contigo también en que si Coffman reconoce que los usuarios utilizan los medios sociales, la biblioteca tendría que “definir un plan de marketing” en dichos medios, acercarnos más al usuario para conocer realmente lo que le interesa e intentar adecuarnos a sus necesidades reales, pues en la época actual ya no se cuestiona su uso, es algo que ya pasó, es una realidad que nos circunda y al igual que incorporamos el teléfono, el mando a distancia, los dispositivos móviles, etc. ahora nos toca incorporar las herramientas 2.0, como lo están haciendo los periódicos, la radio, las empresas,….

• La Referencia Virtual, ciertamente creo que no se conoce suficientemente ni el servicio, ni las respuestas que puede ofrecer un bibliotecario.

• La intermediación en las búsquedas. Por el momento y aunque según Coffman no cree que sea necesaria, solo invito a que nos preguntarnos los bibliotecarios ¿de verdad los usuarios que conocemos están suficientemente formados para encontrar la información de calidad que suscribe la biblioteca o se encuentra en Internet?, a mi entender ,no es lo mismo estar al día sobre un tema a través de alertas creadas y siguiendo a un profesional de prestigio,… que realizar una investigación exhaustiva, donde es necesario conocer y explotar las fuentes de información, no como “bibliotecarios especializados que guardan su secreto”, sino muy al contrario compartiendo, formando, seleccionando, estando alerta , informando,….
Tal vez cuando esté plenamente incorporada la web semántica, los contenidos estén en acceso abierto, y los nativos digitales tengan ya las competencias y habilidades para saber cuándo, por qué, dónde y cómo evaluar, utilizar y comunicar la información, no será necesaria la ayuda del bibliotecario.

• Los eBoks, pienso que mientras en nuestras bibliotecas universitarias, sigan estando en las bibliografías recomendadas libros de editoriales comerciales, no en acceso abierto y las editoriales sigan ofertando a las bibliotecas el acceso electrónico a los mismos (con la subsiguiente gestión de licencias), no creo que desaparezcan los libros electrónicos tal como Coffman argumenta.

En lo que si estoy de acuerdo, es en las palabras finales “quizás, tengamos nuevos roles que jugar en el mundo digital o viejos roles pero jugados de forma diferente, en nuevas e innovadoras direcciones” y añadiría sentido común, disposición, flexibilidad, formación continua..… e innovar e innovar.
Wilmer ha dicho que…
Hola Nieves, me encantaron tus comentarios, yo soy bibliotecólogo colombiano pero he tenido la suerte de conocer profesionales de varios países y la verdad es dura y global. Yo he llegado a la conclusión que realmente nuestra profesión si está en peligro, y no es por las tecnologías (las apoyo pero soy muy crítico de éstas), el problema para mi radica en que creemos conocernos pero no sabemos quiénes somos y para que servimos, por eso es tan fácil que un usuario nos reemplace o que cualquier otra profesión nos reemplace, no tenemos claras nuestras fronteras profesionales y por lo tanto mercadearnos y mercadear nuestras bibliotecas es casi imposible.

Las escuelas de bibliotecología o biblioteconomía están empezando a enfocar sus currículos a tecnologías, pero no a pensar la profesión. Y eso conlleva a que las bibliotecas se vuelvan tan dependientes de la tecnología que el día que se va la luz, nadie puede atender usuarios y toca cerrar la biblioteca. Es verdad porque lo he visto.

Hace un par de años, para un trabajo en el que estuve, hice una búsqueda de las facultades y escuelas de bibliotecología en América Latina y fue un trabajo más complicado de lo que pensé, porque las propias Universidades no saben donde ubicarnos. La carrera se encontraba bajo facultades de filosofía, de ciencias sociales, de ciencias económicas e incluso encontré una que estaba bajo una facultad de ciencias de la salud. Para mi esto fue una prueba contundente de que no solo la sociedad no sabe qué somos sino que nosotros mismos no lo sabemos.

Pienso que sólo cuando nos sentemos a replantear y a clarificar qué es nuestra profesión, qué quiere nuestra profesión y para donde vamos y que nos hace diferentes de otras profesiones que nos invaden, podremos adaptarnos a la realidad y al futuro, de lo contrario desapareceremos como tantas otras profesiones que terminaron convertidas en oficios en el pasado.

E igual con las bibliotecas, en mi país ya se ha dado el caso de que varias han desaparecido porque las instituciones a las que pertenecían las cambiaron por cibercafés, aduciendo que ahora todo está en internet. Y lo triste no es que suceda esto, sino que los bibliotecarios que las gestionaban no fueron capaces de demostrar la importancia de una biblioteca.

Hemos recorrido un gran camino, pero no hemos llegado a la mitad de nuestro destino.

Saludos desde Colombia
Nievesglez ha dicho que…
Gracias por tu comentario Wilmer, si fuéramos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor....
JR Arce ha dicho que…
Estimada Nieves. Estoy de acuerdo que nuestra profesión atraviesa una etapa de incertidumbre; sin embargo tengo esperanza y me atrevo a afirmar que las bibliotecas evolucionarán positivamente de acuerdo con las demandas de los nuevos tiempos; físicamente las bibliotecas tendrán que ser sitios dinámicos, llenos de vida, con espacios flexibles, donde la gente se sienta motivada por el desarrollo de su propio conocimiento. Tendrán que ser lugares llenos de tecnología que faciliten el acceso a todo tipo de conocimiento, dentro y fuera de las cuatro paredes de la biblioteca. Las bibliotecas tendrán que ser un medio para facilitar a sus usuarios el contacto con la cultura general. Finalmente algo que no podrá faltar será la figura del bibliotecario o bibliotecaria, esa persona que disfruta el trato con la gente, abierta al cambio, con gran capacidad de trabajo interdisciplinario y muy bien formada e informada; pero sobre todo muy estudiosa de los requerimientos de los usuarios para generar servicios innovadores a la altura de los nuevos tiempos. Creo que con esa perpectiva tendremos bibliotecas por tiempo indefinido.
José Ruperto Arce.
JR Arce ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nievesglez ha dicho que…
Gracias JR Arce por tu comentario. Desde luego, las bibliotecas serán en tanto en cuanto los bibliotecarios seamos capaces de evidenciar que podemos seguir siendo útiles a la sociedad, pero antes tendremos que trabajar muy duro y dejar de mirar hacia dentro para mirar hacia fuera.
Gracias de nuevo por tu comentario.
Nievesglez ha dicho que…
Muchas gracias Maribel, por tus reflexiones, sobre todo viniendo de una "jefa"que habla de "innovar e innovar". Así sea ;)
norma ha dicho que…
Hola nieves, desde ya gracias por el articulo. Creo que todo va muy rápido´, nosotros nos tomamos el tiempo para chequear la información es defecto de la formación que tenemos.En hora buena por ser tan desconfiados!Nunca hubo un imperio ,ni lo buscamos es para llamar la atención. Estamos buscando información en cualquier soporte,de la mejor!Nosotros no trabajamos por el dinero,estas empresas si, solo hay que tomar sus buenas ideas y aplicarlas para todos, pero el espacio que tenemos hay que defender lo con el prestigio y la formación profesional que siempre estuvo.Las personas saben eso.

Gracias norma. bibliotecaria escolar.Provincia de Buenos Aires Argentina.
Nievesglez ha dicho que…
Muchas gracias Norma, por tu comentario, tan sabio!!

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