¿Hasta cuánto estoy dispuesto a pagar?

No es difícil oirle a Jesús Tramullas frases del tipo: “los usuarios "desaforados" de la 2.0 deberían reflexionar sobre sus planteamientos estratégicos...”, que recientemente encontramos en Iwetel a raíz del debate sobre el anunciado cierre de Delicious. Tramullas nos ha regalado ya con varias frases de este tipo, estamos acostumbrados, pero fue tras una conversación con mi amigo Fernándo Juarez y sobre todo tras una frase suya (tweet) en una reciente conferencia virtual, cuando me pareció que debía reflexionar algo más sobre estos temas y si me atrevía, lo haría en alto. 

Metáfora pesquera de @ferjur: "Facebook es una gran red que está esquilmando el fondo marino"less than a minute ago via Twitter for BlackBerry®Enzo Abbagliati
cadaunante

En relación al cierre anunciado de delicious, que aún está por ver, creo que debemos plantearnos las siguientes cuestiones: 
  • Estamos en una época de cambios, o quizás mejor en un cambio de época. 
  • Un denominador común a todo esto que vivimos es el siempre Beta, ya lo argumentaron en el debate sobre delicious en Iwetel y se nos olvida con bastante frecuencia. Permanente beta significa adaptación continua, flexibilidad, perderle el cariño a lo seguro por definición.
  • No es el primer producto que, de confirmarse su desaparición, nos obliga a una migración:  yo soy usuaria de Microsoft Money desde hace más de 13 años, y en enero de 2011 deja de mantenerse, o tuve que hacer la migración a Innopac/Millennium cuando Dobis Libis, nuestro SIGB dejó también de actualizarse a comienzos de este siglo. Además, la biblioteca invierte sus recursos en proyectos que no siempre salen, muchas veces porque dependen de terceros,  pero el riesgo hay que correrlo, la seguridad del éxito no la garantiza nadie. 
  • ¿Pero esto significa que no debamos estar ahí? ¿en las redes sociales? ¿en los productos beta? ¿en los sitios web de los que no seamos propietarios? ¿Significa por tanto que debemos mantenernos al margen de las nuevas herramientas que surjan? ¿que no podemos probar no vaya a ser que nos deje tirados en un determinado momento? ¿y si ese momento llega la causa es que no hemos sabido planificar estratégicamente? ¿Cuantas veces nos han callado con un "y si morimos de éxito"?
  • Y ¿qué pasa con las redes sociales? ¿Debemos estar o no? ¿Cuales son los peligros que nos acarrea tener presencia activa en ellas? 
Otro reciente artículo incide también en este tema :Education and the social Web: Connective learning and the commercial imperative Norm Friesen,  de la revista First Monday. 
Destaco esta frase:

Vivimos en un mundo donde el comercio, la publicidad, el negocio, es la base de nuestra economía y sociedad, eso no lo discute nadie, defendemos nuestras ideas porque defendemos nuestros intereses, con trasfondo económico la mayoría de las veces: defendemos nuestro negocio, defendemos nuestro trabajo, defendemos nuestra estabilidad económica. Todos al fin y al cabo vendemos algo que de alguna manera se traduce en bienes.

Que Facebook, Blogger, Google, Tuenti o Twitter son un negocio, no lo duda nadie, pero ¿no vivimos inmersos en el negocio? ¿Donde si nó están los parques infantiles? Cerca de los bares, ¿solo para que los padres estén cómodos? ¡no! para que hagan negocio los bares. En los centros comerciales están los restaurantes para fomentar que el cliente realice mas compras. Ya se que Google vende mis datos (los que comparto con él), y a cambio me da una serie de prestaciones. Es el precio que estoy pagando. Lo se. Lo importante es que lo se, soy consciente, y por ello tengo cuidado de cerrar mi cuenta cuando no quiero que registre que estoy haciendo una comprobación ortográfica buscando en google, por ejemplo. No quiero pagar ese precio. 

Llegados a este punto, me atrevo a dar mis propias conclusiones: 
  1. Estar en permanente alerta: Necesitamos estar alertas a las nuevas herramientas tecnológicas que vayan surgiendo, aplicaciones, productos que continuamente salen al mercado, debemos conocer cuales son las más demandadas, las más usadas. Hace unos días por ejemplo, se dio a conocer la noticia del Observatorio andaluz de las web 2.0 sanitaria. 
  2. Estar en contacto con otros colectivos, otros profesionales, que están al día en estas nuevas herramientas, seguirlos para estar informados y conocer sus experiencias. Prueba de ello son las siempre interesantes jornadas organizadas por la Universidad Rey Juan Carlos, como el último sobre Community Manager, que sirven de foro de encuentro entre profesionales de distintos sectores en torno a un tema común. 
  3. Pensar qué aplicación podemos hacer de estas herramientas en la biblioteca, qué oportunidad nos pueden brindar para dar un mejor servicio, para entender el lenguaje del usuario, sus necesidades, y, probar, imaginar, repensar lo que hacemos, sirviéndonos de las nuevas tecnologías. 
  4. Planificar su uso, para quien, qué les voy a ofrecer, cómo voy a conversar, cómo voy a medir, qué medidas correctoras voy a aplicar si no consigo mis objetivos. Planificar, que tratándose de este tipo de herramientas va a necesitar también un plan de prevención de desastres, un plan B. 
  5. Establecer un plan de marketing. Los bibliotecarios, profesionales de la información, deberíamos conocer las herramientas de medición que existen en la red, saber más de nuestras comunidades a través de la explotación de las herramientas de medición, dirigir nuestros productos más especificamente a ellos, a su medida, tal y como hacen estas otras empresas de la web 2.0. Hay que justificar inversiones, y de camino convencer a los recalcitrantes. Nos alarmamos porque estas aplicaciones barren los espacios de la web 2.0 con redes de datos que extraen de nuestro comportamiento en la red, y sin embargo los bibliotecarios deberían aprender de ellos, de la forma en la que extraen esos datos y los aplican a la mejora de sus servicios y productos. 
Nosotros, los bibliotecarios, tenemos una gran tarea de formación en competencias de gestión de la información entre las que se incluyen el conocimiento, el dominio de los comportamientos de estos sistemas, de estas aplicaciones de la web 2.0. Hay que enseñar a nuestras comunidades que efectivamente, no se trata de monjitas de la caridad, sino que todo se vende y se compra, y que si te están ofreciendo un servicio, su precio se están cobrando. Nada nuevo bajo el sol. Lo importante es saber ¿hasta cuánto estoy dispuesto a pagar?, otra cosa es que entre los bibliotecarios no nos pongamos de acuerdo en el cuánto.  Fernándo afirmaba en su conferencia que las redes sociales pueden tener unos efectos desagradables en poco tiempo, pero yo matizaría que esos efectos secundarios pueden ser evitados (y ya tenemos algunas evidencias), en la medida en la que la sociedad, los ciudadanos, nuestros usuarios sean conscientes, sepan, el precio que están pagando por su uso y se denuncie, (muchas veces gracias a las redes sociales), aquello que nos estamos dispuestos a admitir. Ya se sabe que la legislación va detrás de la tecnología. 


Además de la tarea de formación, los bibliotecarios, cómo nos decía Javier Celaya en el V Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas, tenemos la responsabilidad de crear "puertos seguros", hay que luchar por conseguir una red que respete las decisiones de los usuarios en relación a temas de privacidad y reputación digital. El usuario debe tener el control de sus propios datos, que sea dueño de decidir que quiere compartir y que no, y las bibliotecas deben velar y luchar porque se respeten estos derechos. Pero eso no va en contra de que estas empresas puedan extraer información sobre nuestros comportamientos en la red, siempre que sea el usuario el que decida qué datos, cuándo y cómo.

Feliz nochebuena a todos y mejor año.. y ya que el post va también de Fernando Juarez, os dejo con esta frase que me acaba de enviar: "... que conste que me autodefino "usuario desaforado" y voy a cambiarme el apellido de Juárez por Beta"


Ya somos dos,  
Fernando Beta, Nieves Beta, ¿alguien más se apunta? 







Comentarios

Julián Marquina ha dicho que…
Buena reflexión Nieves... creo que siempre hay que estar innovando, y probando, para no quedarse estancado ante los nuevos avances que van surgiendo, así que todos podríamos considerarnos beta. Habría que diferenciar entre el beta que innova y el beta que prueba, donde la gran mayoría se situaría en el que prueba y se deja llevar.
Vivir en la nube es algo que ya venimos haciendo desde hace tiempo no sólo con el tema de las redes sociales sino con todo tipo de comunicación que puedas hacer en la web, no es algo tangible que podamos tocar sino es gracias a las nuevas comunicaciones y las tecnologías.
Unknown ha dicho que…
Me ha encantado el post, y estoy de acuerdo con casi todo lo que dices. Hay que estar alerta, sí, pero también hay que estar dispuestos a asumir riesgos, y también ser conscientes de que estos riesgos a veces se exageran. Es natural, sólo pensemos en la gente preocupada porque el tren (que en sus comienzos alcanzaba unos 30 km/h) iba a matar a la gente a puñados a causa de ataques al corazón, ya que el ser humano no estaba hecho para tales velocidades :-) Al final, no hubo tales ataques, así como tampoco se ha hundido aún ninguna empresa por algún problema en redes sociales tipo trolls o qué se yo.
Nievesglez ha dicho que…
Gracias a los dos por comentar, ya va siendo difícil que la gente se anime!! Hoy han publicado una noticia en la que se afirma que A Facebook le irá mejor que a Google en el 2011 y la razón es que “Facebook va a entender tanto nuestras conexiones sociales como nuestros intereses, lo cual le proporcionará el santo grial de la publicidad targetizada”. Veremos qué nos depara el 2011, (feliz año), y tal y como se va a poner la jubilación, nos queda mucho tiempo de debate y de vivir para ver.
Dídac Margaix ha dicho que…
Hola Nieves

Qué tranquilo se jubila uno sabiendo que deja la Red en buenas manos!

En primer lugar no conozco usuarios desaforados de la web 2.0. La gente con la que me he / nos hemos relacionado durante estos años ha defendido estas herramientas despues de procesos de reflexión, que como todos, pueden haber sido más o menos acertados, pero hubo gente con la valentía de plantear argumentos innovadores. La sostenibilidad de las herramientas y la privacidad de los datos siempre ha sido una preocupación de todos los que estudian estas herramientas.

Creo que tambien con el tema de Delicius, que ómo tu dices, veremos como queda, no hay que confundir lo general con lo particular. Lo general es que una herramienta en red, abierta, con funcionalidades sociales, etiquetas, etc. funciona como herramienta de descubrimiento y red semántica. Lo particular es que una empresa no haya podido/no haya sabido obtener un beneficio económico.

Casos parecidos hemos tenido muy recientes: el cierre de bloglines no significa que los RSS no se usen, solo que a esa empresa se la ha "comido" Google. Tambien se llegó a dudar de la viabilidad de YouTube, ahroa parece que han encontrado una senda de publicidad bastante potente. También se ponde la duda sobre Spotify, pero parece haber un acuerdo en que esa será la forma de escuchar música en el futuro, independientemente de como le vaya a esa empresa.

Creo que está más de moda demonizar estas herramientas que defenderlas. También creamos el producto de Google que luego vende a los publicistas. Pero parece que no molesta o se ha asumido sin problema o el precio a pagar nos parece barato.

Ah! y te falta una migración... la de Blogger a WordPress, pero te esperamos, tranquila ;)

Feliz 2011
Nievesglez ha dicho que…
Qué alegría Dídac, verte por estos lares..., y qué acertadas tus reflexiones!! En este punto me gustaría añadir que los bibliotecarios/profesionales de la información, somos gente muy precavida: jugamos con dinero público, representamos un servicio público, eso lo tenemos muy presente, estamos continuamente recogiendo estadísticas aunque a mi parecer se las explota poco, somos conscientes de estar ofreciendo un bien a toda la sociedad sin discriminación. Por estas razones no nos podemos permitir lanzarnos al vacío sin tener las espaldas bien cubiertas, lo que no significa que no nos lancemos muchas veces al vacío. Tenemos un plan B. Y..., si en algún momento hay que migrar de Blogger a WordPress, desde el 2007 tengo creado el blog Nievesglez (Biblioteca 2.0) en la competencia. Precavidos que somos!!
Feliz año Dídac, a ver si terminas ya todos tus estudios :), y no nos privas tanto de tu compañía (presencial o virtual).
Andoni Calderón ha dicho que…
¿Resulta que soy una beta? El otro día me propusieron ser una referencia. Yo siempre pensé que era un documento primario... pero como estoy en las nubes, yo también debo ser una beta dinosaurio digital (Daniel Pimienta dixit) de la sociedad-red (que otro dixit y dixit...).

He llegado ya en el 2011; por eso Carpe diem 2011.
Nievesglez ha dicho que…
Andoni..., de acuerdo con todo menos en lo de Dinosaurio..., haberlos haylos pero no por estos lares... y menos tu!! Que viva el Beta!!
Unknown ha dicho que…
Pues me parece que entendistéis mal lo de "desaforados", que iba dedicado a aquellos que ponen la herramienta como fin, en lugar de ser un medio, y se dejan llevar por el espejismo tecnológico. Y de esos hay bastantes en el contexto español. Yo soy un "desaforado" tenedor de cuentas en todo lo 2.0, que pruebo y repruebo, pero en modo alguno un enemigo tradicionalista de la innovación. Eso sí, como los cylones de Galáctica "...y tengo un plan."
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Jesús, por la aclaración.

Entradas populares de este blog

Plan de marketing para bibliotecas

¿Qué es la comunicación científica?