Pinceladas de usabilidad de la web

No se nada de usabilidad ni de arquitectura de la información, pero me interesa la forma en que evoluciona la web, y sobre todo el comportamiento del usuario en la web, algo de lo que sabemos tan poco, al menos en España. ¿Por qué no se hacen más estudios sobre este comportamiento? Dejaríamos de publicar páginas y herramientas que no usan, que no tienen nada que ver con el resto de su experiencia en la red y en las que se lo ponemos tan dificil.
Recientemente he leído dos artículos que me han parecido muy reveladores de este comportamiento:
The New Rules of Web Design, de Jeff Wisniewski y publicado en Mar/Apr 2008 en Online. En poco más de tres páginas, el autor plantea las nuevas reglas del diseño web de las bibliotecas, que van más allá de la inclusión de herramientas 2.0 en el sitio web. Propone a los bibliotecarios que revisen las nuevas reglas del diseño que él resume en las siguientes:
  1. Lo básico del diseño: las bibliotecas no pueden seguir fielmente lo que hace Google, porque Google solo pretende una cosa, conectar al usuario con su motor de búsqueda, mientras que las bibliotecas deben ofrecer un acceso transparente a diferentes recursos y servicios, por lo que su diseño es complejo, en este caso no funciona la simplicidad de Google. El webmaster de la biblioteca debe pensar si está atrayendo a los usuarios diseñando para aquello que los usuarios hacen normalmente en su web. Los bibliotecarios caemos demasiado a menudo en el error de querer poner en la web todo lo que hacemos, sin discriminación y dándole a todo el contenido la misma prioridad, aunque los usuarios no se la den. Sin embargo tan solo hay una o dos cosas que preferentemente los usuarios realizan en la web de la biblioteca, cosas que se pueden llegar a conocer examinando los ficheros logs de los usuarios. Habrá que resaltar esos puntos que más interesan a nuestros usuarios y establecer muy claramente el punto de partida para llegar al resto de los contenidos y que el usuario no se pierda. Dice el autor que le estamos haciendo un favor a nuestros compañeros tratando todos los contenidos por igual, pero no se lo estamos haciendo al usuario. Yo añadiría que deben ser los contenidos de mayor interés para nuestros usuarios, no los que los bibliotecarios consideran de más interés. Es importantísimo que el usuario encuentre un sitio que satisfaga sus necesidades ya que esa primera impresión (que efectivamente es muy superficial), marcará su retorno.
  2. Los números: La mítica regla del siete para mantener bajo control la cantidad de información que mostramos en la web, ya no funciona, ahora si tienes 10 niveles de categorías, estará bien. Tampoco funciona la regla de los tres clics, que cualquier información debe estar accesible en la página tras tres clics. Este número es irrelevante si el usuario sabe que está en el buen camino.
  3. La ventana: evitar el scroll es otro de los mitos que desecha el autor, argumentando que según recientes estudios el 76% de los usuarios usan el scroll aunque la página se esté viendo en su totalidad.
  4. Nuevo año, nuevas reglas. El webmaster de hoy debe estar permanentemente al día de los cambios en las expectativas del usuario, buscando una web más interactiva, rica y personalizable, centrada en el usuario y en sus necesidades, tal y como mandan los cánones de la web 2.0, pero al mismo tiempo, debe dominar los fundamentos de un diseño web que ofrezca páginas de gran usabilidad e información bien organizada. No hay razón para que no ofrezcamos a nuestros usuarios lo mejor de lo que tradicionalmente se les ha ofrecido junto a lo mejor que la tecnología de hoy permite que les ofrezcamos ahora y en el futuro.
Not quite the average: An empirical study of Web use, de Harald Weinreich, Hartmut Obendorf. Eelco Herder y Matthias Mayer. Publicado en febrero de 2008, en ACM.
Este otro artículo bastante más extenso, se basa en un estudio sobre el comportamiento de 25 personas (procedentes de Holanda y Alemania), de entre 24 y 52 años, para detectar sus movimientos en la web. Los datos, cualitativos y cuantitativos, fueron extraídos del estudio de los ficheros logs, de entrevistas personales y a través de una aplicación que seguía todos los movimientos del usuario en la web añadiendo un código JavaScript a cada página.
Entre los resultados que aporta, todos de gran interés para los diseñadores de páginas web, podemos destacar:
  1. El abandono del uso del botón atrás en el navegador que confirma la creciente importancia de los sitios interactivos y el diseño orientado al servicio. Los usuarios no navegan por las páginas web buscando información sino interactuando con las aplicaciones online para realizar determinadas tareas. El abandono del botón atrás responde a un mayor uso de múltiples ventanas y pestañas en el navegador que se mantienen abiertas para volver a ellas más tarde y a que las páginas no vuelven a ser visitadas tan a menudo como antes. Otra razón es que los sitios y aplicaciones web tienen a parecerse más a las aplicaciones de escritorio que a páginas hipertextuales centradas en la información.
  2. El estudio confirma la lectura rápida de las páginas en forma de ojeo, incluso de aquellas que tienen mucho contenido y múltiples enlaces. Otro de los resultados destacables es que aunque el usuario usa el scroll, solo clikea en los enlaces colocados en el cuadrante superior izquierdo de la página.
  3. La rapidez con la que los contenidos se renuevan hace también que los usuarios mantengan varias ventanas y pestañas abiertas para chequear nuevos contenidos. Por término medio, en una hora los contenidos habían cambiado en el 26,2% de los sitios, hecho que confirma la naturaleza dinámica de la web actual que a su vez plantea un nuevo reto a los mecanismos que siguen las trazas de la navegación, ya que la página a la que el usuario vuelve puede ser completamente diferente de la que dejó.
  4. El poco tiempo que los usuarios permanecen en las páginas se constata con los siguientes datos: en el 25% de los documentos estuvieron 4 segundos; en el 52% menos de 10 segundos; en el 10%unos 2 minutos. Y la razón que se aporta es la tendencia al ojeo y escaneo del usuario. El número medio de palabras por página que leemos es de 551 palabras, pero aún en páginas con 430 palabras el usuario solo permanecía en ella 12 segundos para iniciar una nueva acción de navegación en el siguiente enlace.




Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No puedo estar más de acuerdo con lo que citas, especialmente en el primer punto. Creo que, en lo que concierne a las bibliotecas mexicanas, aún estamos muy preocupados por los famosos esquemas de clasificación... no hemos entendido del todo que el comportamiento del usuario que poco a poco se está convirtiendo también en un creador de contenidos está muy lejos de la forma en la que nosotros pretendemos clasificar, organizar la información.

Me ha encantado encontrar tu blog y este post, ya te tengo en mi RSS, así que te sigo leyendo.

Veronica
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Verónica, en general todos estamos más preocupados por seguir los estándares que por seguir los comportamientos de nuestros usuarios. Además, no nos damos cuenta (o solo se dan cuenta unos pocos) de que esos coportamientos cambian cada vez de forma más rápida y los usuarios tienen más habilidades digitales. Las premisas en este sentido, de las que partíamos hace dos años, ya no son válidas hoy.
Seguimos en contacto en Facebook y Twitter :)
ZeetobÁ ha dicho que…
Estoy de acuerdo con lo que describe el artículo "Web de Bibliotecas: la información esencial", del blog de Uvejota en relación a que "han sido varias las ocasiones en que el usuario se ha acercado para decirme que simplemente no entiende la clasificación dada a determinado documento", efectivamente hoy en día - por lo menos a las bibliotecas que he asistido - alcanzan su último avatar, la indiferencia por los usuarios. En ese tenor coincido plenamente en innovar esquemas que ofrezcan "acceso transparente a diferentes recursos y servicios" como bien lo expresó la profesora de Biblioteconomía de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en su artículo "pinceladas de usabilidad de la web".
Garantizar un mejor acercamiento con el usuario: una de las tareas del bibliotecario.
Edgar

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