Futuro de los bibliotecarios por DegreeTutor. Última parte
De las entrevistas en DegreeTutor se me habían quedado dos en el tintero, que como las demás, no tienen desperdicio:
Paul Pival
http://www.degreetutor.com/library/librarians-online/paul-pival
Ellos están investigando la posibilidad de ofrecer los servicios bibliotecarios a través de Facebook. El uso de su mostrador de referencia está decayendo desde el año pasado y por lo tanto están considerando la posibilidad de hacer lo que otras bibliotecas universitarias ya están haciendo: colocar bibliotecarios con portátiles en diferentes puestos alrededor del campus universitarios en los que los estudiantes pueden requerir sus servicios. Tienen desde hace ya varios años bibliotecarios “embebidos” en algunas facultades que deben mantener buenas relaciones con profesores y estudiantes. La clave está en situarnos frente a nuestros usuarios, virtual y físicamente: si nos ven, nos usan y valoran. El marketing nunca ha sido un punto fuerte de las bibliotecas, y debería serlo:
- La biblioteca debería comenzar una colección de historias de personalidades en YouTube o Viddler.
- Estar presente en el periódico local
- Atraerse y aprender de los nietos
- Hacer de la biblioteca un lugar de encuentro
- Mostrar a los niños como pueden usar los recursos de la biblioteca para aprender más sobre lo que los abuelos hicieron en la Guerra.
- Mostrar a los abuelos como poner post en un blog o subir videos a sitios colaborativos.
- Poner información sobre la biblioteca en estos sitios.
- Mostrar como la web 2.0 puede ser mejorada con información procedente de buenas viejas bibliotecas con la ayuda de buenos viejos bibliotecarios.
http://www.degreetutor.com/library/librarians-online/eric-lease-morgan LITA.
Eric Lease Morgan, creador de Alex Catalogue of Electronic Texts.
La entrevista se centra en su trabajo como responsable del sistema y en su idea de catálogo de biblioteca de nueva generación:
- Su idea de catálogo incluye más que metadatos
- Y su interfaz incluye más servicios que la búsqueda y la visualización
Tradicionalmente hablando, los catálogos ofrecen varios índices para la búsqueda por autor, títulos, signaturas topográficas, etc. Pero estos puntos de acceso solo afectan a los materiales que tiene o posee una biblioteca, físicos o electrónicos pero no incluye todo lo que hay en la red y este modelo no funciona hoy día.
Las expectativas de los usuarios son otras: teclean unas cuantas palabras, ven su índice de relevancia, ven el recurso, acceden al contenido, y las bibliotecas no es esto lo que ofrecen.
Hay demasiados formularios, los resultados no están ordenados por relevancia, y no accedes al contenido sino a su representación en un registro.
La idea de catálogos de nueva generación va en esta línea:
Un catálogo que incluye el texto completo de revistas y libros o al menos la URL permanente en la que se encuentran, imágenes, sonido, programas de ordenador, películas, datos, interfaces como la de Google, en una sola caja de búsqueda, un solo botón, resultados algo más "inteligentes" como sugerencias de nuevas búsquedas, límites al formato con las búsquedas facetadas, etc. Tras algo de interacción con la interfaz, esta ya debería conocerte algo tal y como lo hace un referencista. Debería recordar tus preferencias, incluso hacerte recomendaciones, enviar tus correos-e y permitir que añadas a tus blogs las entradas encontradas.
Para ello, el papel del bibliotecario debe cambiar mucho. Si el papel del bibliotecario se define por los procesos que lleva a cabo, el cambio es muy pequeño. Pero si su papel se define por las herramientas que usa y las nuevas habilidades que se requieren, entonces el cambio es muy grande.
Hoy más que nunca existen oportunidades para aquellos bibliotecarios interesados en la selección, adquisición, organización, preservación, y difusión de los contenidos según las necesidades de sus usuarios. Seguimos teniendo la necesidad de definir el ámbito y la ubicación de nuestras colecciones, de tener colecciones físicas y organizarlas convenientemente, de mantener accesibles nuestras colecciones con el paso del tiempo, de interactuar con los usuarios y ayudarles en su formación en el uso de la información.
Pero, por otro lado, si el papel del bibliotecario es mirar los catálogos de los editores, hacer los pedidos, crear datos MARC, encuadernar libros antiguos o viejos, ofrecer formación bibliográfica (provide bibliographic instruction lessons?), entonces su futuro es limitado. Los carpinteros construyen casas, y su herramienta más importante es el martillo, pero no son especialistas en martillos. Son constructores. Como un cirujano conoce su bisturí, pero no es especialista en fabricarlos. En su opinión, el error está en confundir la profesión con las herramientas. En su lugar hay que asociar la profesión con los objetivos que debe cumplir.
En la biblioteconomía los cambios se suceden muy lentamente.
Hace 20 años aparecieron los índices de texto libre y los algoritmos de ranking de relevancia, y dió lugar a que la formación bibliográfica pasara a ser alfabetización informacional, algunos catálogos de bibliotecas se volvieron más simples e intuitivos, incluso algo inteligentes, y mucho más visuales. Pero todo va muy lentamente.
Por lo tanto, ¿cual es el mayor cambio para los bibliotecarios de hoy día?
El mayor cambio es desarrollar habilidades adicionales en biblioteconomía. Se necesitan más habilidades tecnológicas e informáticas, aunque no quiere decir que todo el mundo tenga que saber escribir un programa de ordenador. Tambien deberíamos conocer mejor la evolución de Internet para sacarle el mayor provecho. Nuestra mayor ventaja es que mucho de lo que se está haciendo hoy ya lo hicimos nostros en el pasado: los metadaos son un gran ejemplo, llámalo vocabulario controlado, listas de autoridad o catalogación. Conocemos las diferentes necesidades de información. Comprendemos el valor de la conservación y la preservación.
Paul Pival
http://www.degreetutor.com/library/librarians-online/paul-pival
Ellos están investigando la posibilidad de ofrecer los servicios bibliotecarios a través de Facebook. El uso de su mostrador de referencia está decayendo desde el año pasado y por lo tanto están considerando la posibilidad de hacer lo que otras bibliotecas universitarias ya están haciendo: colocar bibliotecarios con portátiles en diferentes puestos alrededor del campus universitarios en los que los estudiantes pueden requerir sus servicios. Tienen desde hace ya varios años bibliotecarios “embebidos” en algunas facultades que deben mantener buenas relaciones con profesores y estudiantes. La clave está en situarnos frente a nuestros usuarios, virtual y físicamente: si nos ven, nos usan y valoran. El marketing nunca ha sido un punto fuerte de las bibliotecas, y debería serlo:
- La biblioteca debería comenzar una colección de historias de personalidades en YouTube o Viddler.
- Estar presente en el periódico local
- Atraerse y aprender de los nietos
- Hacer de la biblioteca un lugar de encuentro
- Mostrar a los niños como pueden usar los recursos de la biblioteca para aprender más sobre lo que los abuelos hicieron en la Guerra.
- Mostrar a los abuelos como poner post en un blog o subir videos a sitios colaborativos.
- Poner información sobre la biblioteca en estos sitios.
- Mostrar como la web 2.0 puede ser mejorada con información procedente de buenas viejas bibliotecas con la ayuda de buenos viejos bibliotecarios.
http://www.degreetutor.com/library/librarians-online/eric-lease-morgan LITA.
Eric Lease Morgan, creador de Alex Catalogue of Electronic Texts.
La entrevista se centra en su trabajo como responsable del sistema y en su idea de catálogo de biblioteca de nueva generación:
- Su idea de catálogo incluye más que metadatos
- Y su interfaz incluye más servicios que la búsqueda y la visualización
Tradicionalmente hablando, los catálogos ofrecen varios índices para la búsqueda por autor, títulos, signaturas topográficas, etc. Pero estos puntos de acceso solo afectan a los materiales que tiene o posee una biblioteca, físicos o electrónicos pero no incluye todo lo que hay en la red y este modelo no funciona hoy día.
Las expectativas de los usuarios son otras: teclean unas cuantas palabras, ven su índice de relevancia, ven el recurso, acceden al contenido, y las bibliotecas no es esto lo que ofrecen.
Hay demasiados formularios, los resultados no están ordenados por relevancia, y no accedes al contenido sino a su representación en un registro.
La idea de catálogos de nueva generación va en esta línea:
Un catálogo que incluye el texto completo de revistas y libros o al menos la URL permanente en la que se encuentran, imágenes, sonido, programas de ordenador, películas, datos, interfaces como la de Google, en una sola caja de búsqueda, un solo botón, resultados algo más "inteligentes" como sugerencias de nuevas búsquedas, límites al formato con las búsquedas facetadas, etc. Tras algo de interacción con la interfaz, esta ya debería conocerte algo tal y como lo hace un referencista. Debería recordar tus preferencias, incluso hacerte recomendaciones, enviar tus correos-e y permitir que añadas a tus blogs las entradas encontradas.
Para ello, el papel del bibliotecario debe cambiar mucho. Si el papel del bibliotecario se define por los procesos que lleva a cabo, el cambio es muy pequeño. Pero si su papel se define por las herramientas que usa y las nuevas habilidades que se requieren, entonces el cambio es muy grande.
Hoy más que nunca existen oportunidades para aquellos bibliotecarios interesados en la selección, adquisición, organización, preservación, y difusión de los contenidos según las necesidades de sus usuarios. Seguimos teniendo la necesidad de definir el ámbito y la ubicación de nuestras colecciones, de tener colecciones físicas y organizarlas convenientemente, de mantener accesibles nuestras colecciones con el paso del tiempo, de interactuar con los usuarios y ayudarles en su formación en el uso de la información.
Pero, por otro lado, si el papel del bibliotecario es mirar los catálogos de los editores, hacer los pedidos, crear datos MARC, encuadernar libros antiguos o viejos, ofrecer formación bibliográfica (provide bibliographic instruction lessons?), entonces su futuro es limitado. Los carpinteros construyen casas, y su herramienta más importante es el martillo, pero no son especialistas en martillos. Son constructores. Como un cirujano conoce su bisturí, pero no es especialista en fabricarlos. En su opinión, el error está en confundir la profesión con las herramientas. En su lugar hay que asociar la profesión con los objetivos que debe cumplir.
En la biblioteconomía los cambios se suceden muy lentamente.
Hace 20 años aparecieron los índices de texto libre y los algoritmos de ranking de relevancia, y dió lugar a que la formación bibliográfica pasara a ser alfabetización informacional, algunos catálogos de bibliotecas se volvieron más simples e intuitivos, incluso algo inteligentes, y mucho más visuales. Pero todo va muy lentamente.
Por lo tanto, ¿cual es el mayor cambio para los bibliotecarios de hoy día?
El mayor cambio es desarrollar habilidades adicionales en biblioteconomía. Se necesitan más habilidades tecnológicas e informáticas, aunque no quiere decir que todo el mundo tenga que saber escribir un programa de ordenador. Tambien deberíamos conocer mejor la evolución de Internet para sacarle el mayor provecho. Nuestra mayor ventaja es que mucho de lo que se está haciendo hoy ya lo hicimos nostros en el pasado: los metadaos son un gran ejemplo, llámalo vocabulario controlado, listas de autoridad o catalogación. Conocemos las diferentes necesidades de información. Comprendemos el valor de la conservación y la preservación.
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